¡En memoria de Ángel!

Cuando empezábamos a disfrutar de unas merecidas vacaciones después de acabar el curso escolar, nos encontramos con la peor de las noticias: el fallecimiento de un alumno del centro. Un chico de 16 años que ha muerto cuando aún estaba empezando a disfrutar de la vida. Si la muerte de alguien siempre es triste hay ocasiones, como ésta, en las que es especialmente terrible por lo inesperado y sorprendente en que aparece.
Desde aquí quiero transmitir mis condolencias a su familia y a sus compañeros, y recordarles que seguirá vivo entre nosotros mientras le tengamos presente en nuestros pensamientos, y eso hace posible que aún podamos seguir contando con él a nuestro lado.
¡Descanse en paz!